Miremos el futuro con esperanza
No permitamos que el odio invada nuestro corazón valiente de colombianos. Somos un país que se caracteriza por su carisma, alegría y “berraquera” para salir adelante. Hagamos méritos para que el mundo nos recuerde por esa tenacidad con que enfrentamos las situaciones difíciles.
Llevamos más de un año en pandemia y ha sido admirable el comportamiento de muchas personas que han logrado mostrar su liderazgo y capacidad de adaptarse a los cambios en medio de una situación inesperada como lo ha sido la presencia del Covid-19.
Dejar a un lado las costumbres sociales y personales, adoptar hábitos de bioseguridad, aprender a trabajar y estudiar en casa, tener una doble presencia como padres en el hogar, han sido algunas de las situaciones que nos han puesto a prueba. Es probable que la pandemia haya sido una oportunidad para aprender cosas nuevas que nunca pensaste hacer.
Los momentos de dificultad siempre serán una oportunidad para aprender y para crecer. Hoy podemos sentirnos victoriosos por todo lo que hemos logrado en un año de tanta adversidad.
Sin embargo, no podemos dejar que ese sentimiento de orgullo y admiración desaparezca para ser reemplazado nuevamente por la incertidumbre y la desesperanza. Hoy Colombia atraviesa uno de los momentos más críticos de la historia, se levanta la voz legítima de protesta ante las inconformidades por las decisiones de nuestros mandatarios, y junto al ejercicio de ese derecho, han llegado eventos de violencia y caos que no representan a los colombianos.
Protestar, siempre será una vía válida para expresar nuestras inconformidades como ciudadanos, pero usar la violencia, dañar los bienes públicos y privados, desafiar a las autoridades, cerrar vías y querer parar la dinámica del sector económico; está destruyendo vidas. Este no es el camino para buscar soluciones.
Las soluciones reales a los problemas del país, están en cada uno de nosotros, en nuestro actuar diario, en el diálogo, el trabajo con persistencia y disciplina, en elegir con conciencia nuestros gobernantes, en participar y ser parte activa de la dinámica política del país.
Si aún estas leyendo esta nota es porque te sientes identificado con esta posición de esperanza. Por eso queremos invitarte a ser promotor de paz y civismo, a no compartir publicaciones que generen violencia, a respetar la democracia y crear conciencia en tu círculo más cercano para que vuelva la tranquilidad a las calles.
Claro que hay oportunidades de mejora en la forma de gobernar de nuestros dirigentes, pero la violencia no es el camino para ser escuchados.
Hoy nuestra gente sufre por la falta de insumos médicos vítales para la atención de pacientes graves en clínicas y hospitales, por la escasez de combustible y de alimentos, por los daños materiales de los bienes que son de todos, por la destrucción de negocios que se construyeron a pulso durante años.
Las empresas han hecho un esfuerzo admirable por reactivarse, generar empleo y resistir en medio de la emergencia por el Covid-19, pero en menos de una semana todo su esfuerzo se está perdiendo por la crisis que vive el país.
Con todas las adversidades, los empresarios siguen adelante, los pequeños negocios se vuelven a levantar para recuperarse, los hogares no pierden la esperanza, las familias no descansan hasta llevar el pan a la mesa. Porque así somos los colombianos, fuertes y resistentes.
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Estamos juntos en esto. Desde el sector de gas natural hacemos un llamado a la paz y al respeto, y seguiremos trabajando sin descanso para llevar a tu hogar y oficina un servicio seguro, cálido y oportuno. Porque nos inspira el progreso de nuestras regiones, seguimos firmes con nuestro propósito de construir progreso construyendo redes de gas.
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